FÚTBOL Y ELECCIONES....

No sé, no sé... a mí me gustaba el fútbol. Mi padre me enseñó a entenderlo y apreciarlo. ¡Él que veía hasta los partidos de regional preferente! Que se apuntó al plus de los primeritos y todos los domingos nos tenía viendo fútbol desde las nueve de la mañana; el calcio, la premier, la bundesliga....Yo creo que ahora lloraría viendo en lo que se ha convertido el fútbol...otro producto de consumo más. ¡Qué pena!
 Por eso me encanta que los pequeños les bajen los humos a los grandes....la eterna historia de David contra Goliat, aunque aquí la fuerza es el TACO.

violencia de género, un gran problema sin resolver.

Jarta estoy de tener cada año que escuchar la barbaridad de mujeres muertas por la violencia de género. ¿Qué hace falta para que esto acabe? no es posible seguir así y, la verdad, cada año descubro con pesar que en lugar de avanzar estamos retrocediendo. Y para quien no crea esto, que preste atención, lo va a poder comprobar (por desgracia). Esta semana oí a una representante de la Plataforma Cordobesa contra la violencia a las mujeres, decir lo siguiente: "Si en lugar de 68 mujeres muertas fuesen 68 policías, o fuesen 68 guardias civiles, ...." Imaginaros por un momento que esto ocurriera, ¿qué pasaría? el país entero estaría descompuesto pensando que ha sucedido una gran tragedia. Sin embargo, ¿cuál es la realidad? que hay 68 mujeres asesinadas y no pasa nada, un montón de niños y niñas sin madre, y no pasa nada. Hacen una Ley Integral que venden como la panacea pero que, en realidad, no resuelve nada. Crean un ministerio de igualdad y lo tachan de chorrada. Lo quitan a los dos días y no pasa nada.
Jarta estoy de tanta chorrada política, jarta estoy de tanta mujer brutalmente asesinada, jarta estoy de ver a mujeres que no pueden poner fin a las situaciones de violencia que están soportando porque no cuentan con los medios económicos suficiente para ello. Porque, no sé si lo saben, las personas comen, se visten, necesitan un techo y, todo esto cuesta dinero. Las ayudas son a todas luces insuficientes, y me refiero a las económicas que son las verdaderamente necesarias. Todo lo demás está muy bien (teleasistencia, ayuda psicológica, justicia gratuita, ...) pero, sin dinero, no valen para nada.
Seamos realistas, no estamos solucionando nada, por eso el problema va a  más. No puedo hacer nada más que protestar pero, no pienso dejar de hacerlo.

IRONÍAS DEL DESTINO

Viene al pelo....¡una atea, agnóstica, no creyente, defendiendo la presencia de crucifijos en las escuelas! ¡Qué ironía, ¿no?!

Pues sí, lo defiendo. Y os preguntareis, ¿a cuénto de qué? ¿a tí que más te da?
Pues me importa y a cuento por lo pronto, de la libertad de expresión. No quitemos los crucifijos, pongamos la estrella judía, la media luna musulmana y sea cual sea el símbolo de tu religión, creencia o ideología cuélgalo en la pared de tu clase...pero por favor, basta de perder el tiempo con tonterías.

En mi humilde opinión, en un estado laico los símbolos religiosos en las escuelas deberían de estar de más, pero para eso tendríamos que ser ciudadanos nórdicos. Son los únicos que llevan en democracia toda la vida.

En nuestro país el peso de la iglesia católica ha sido importantísimo durante muchos años como para quitar de repente las tradiciones, porque es en lo que se ha convertido la iglesia. Si no me creen vayan un domingo a misa. Les aseguro que no van a tener problemas para sentarse. Yo lo hago, a veces...me dan paz los templos. Será el frío, digo yo.

No he mirado datos estadísticos, la verdad, pero me basta echar un vistazo a mis amigos y amigas para saber que la iglesia católica ya no es lo que era. La gente acude a los BBCF - es decir, bautizos, bodas, comuniones y funerales - porque es lo que hay que hacer. Muchos de los que se dicen y consideran católicos no recuerdan las oraciones. Es más, algunos ni siquiera recuerdan como se hace la señal de la santa cruz. Y no digamos el Credo. Si os preguntais si me acuerdo yo, sí, me acuerdo. Todavía, y creo que lo recordaré siempre. 

Así que señores padres de Almendralejo, les aconsejo que se ocupen de averigüar si sus hijos saben lo que es un verbo y dejen al crucifijo en paz.

Amén.

"JARTA ESTOY DE TÓ"

Como Isabel Pantoja de la familia Rivera, así estoy yo..."jartaaaaaaaaa" 

Claro que ella fue más fina, yo no lo soy tanto. A pesar de ser una devora libros desde pequeñita y tener una cultura general más que amplia, reconozcámoslo...¡no hay nada como los tacos y las palabras malsonantes cuándo de verdad estamos cabreados!

Y yo lo estoy. Estoy cabreada con el mundo en general. Con los políticos por llevarnos a la debacle gastándose el dinero en cien mil fruslerías varias para quedar bien y hacerse la foto, mientras intentan seguir sentados en el sillón, a pesar de no hacer nada.

Estoy harta de los ciudadanos y ciudadanas, (¿perspectiva de género? a eso me dedicaré en el siguiente blog) aborregados y sumisos que sólo protestan cuándo los llevan en autobus.

Estoy hasta el moño de no decir lo que pienso porque hay que ser políticamente correcto, y sí...también soy parte de la ciudadanía borreguil, mal que me pese.

Me repugna en lo que hemos convertido los colegios e institutos en pos de una mediocridad considerada como educación para todos cueste lo que cueste y le pese a quién le pese...y mejor no entro a hablar de universidades. Eso daría para una enciclopedia. Baste decir...que no me voy a fiar de ningún profesional independiente dentro de 20 años.

Pero lo que más me preocupa es que todo este hartazgo, este hastío, esta "hartura" - ¡qué hermosa palabra! - no nos lleva a ninguna parte. Las protestas caen en saco roto porque los cambios nos asustan. De ahí ese famoso refrán: Detrás de mí vendrá quién bueno me hará-

Afortunadamente también está aquel que dice "No hay mal que por bien no venga". Confío en que el futuro será más halagüeño....porque si pienso lo contrario ¡¡Todavía me cabreo más!!

Así que mejor sigo mañana.