Este espacio ha sido creado para desahogo de dos mentes críticas con los despropósitos que a diario tienen que soportar. Con nuestro humor ácido vamos a desintegrar aquello que nos molesta.

sábado, 30 de julio de 2011

Correr por correr.

Aurora ¿vas a venir mañana a la carrera popular? Pues mira Jacinta, no tengo yo costumbre de asistir a esos eventos. Ya Aurora, pero es que corre mi nieto y me haría ilusión que me acompañaras a verlo; además que hay desayuno gratis y tú ya sabes que la tercera edad mata por el gratis total. Ah, bueno, ya varía la cosa ¿ves?, y dime, cuál es el premio para el ganador. Bah, poca cosa, esto es más por pasión por el deporte que por el premio, que suele ser una camiseta, un vale para una tienda de deportes y cosas así.¿Y la gente participa? Claro que sí, viene mucha gente, hasta de otros pueblos y ciudades. ¿Para una camiseta? No, acabo de decírtelo, por el simple hecho de correr, les gusta competir, mejorar sus marcas, prepararse para otras carreras más importantes... y eso. Y ¿desde cuándo se hace esa carrera? Uf, ni lo sé, mis niños de chicos también participaban. Y ¿siempre es el mismo día? Sí, el día del patrón, todos los años sin faltar ni uno. Pues ¿sabes qué? convendría reconvertir las elecciones en una carrera popular. Que lo dices por lo de cambiar la fecha, o porque sea por pasión. Anda ya Jacinta, lo digo por lo del desayuno gratis.

jueves, 28 de julio de 2011

Toma calidad

Anda Jacinta, mira quien viene por ahí. Vaya, si es Cándida, que de tiempo sin verla, vamos a saludarla. Hola Cándida, qué tal estás, de vacaciones por el pueblo ¿no?, si no me avisa Aurora no te conozco, estás muy cambiada. Hola, pues no, no he venido de vacaciones, he venido a averiguar a ver si vendo la casa de mis abuelos. No me digas, si es la única casa que tenéis aquí, ¿es que no pensáis venir más? Pues mira Jacinta la verdad es que los niños ya están grandes, cada uno con su vida, ya no me queda familia aquí, y yo ya tengo mi vida hecha en Alemania; además ten en cuenta que estoy tan lejos que no puedo venir por aquí a darle vueltas a la casa, y fíjate cómo está, hecha una pena. ¿Y vosotras qué tal? yo os veo muy bien, como siempre. Bueno, ya sabes aquí te conservas estupendamente, no tenemos mucho desgaste, llevamos una vida tranquila y saludable. Eso sí, allí en Alemania es un estrés; pero hay muchas más cosas que aquí en el pueblo que, por lo que veo, esto sigue como en los años 50. ¿Ah sí? Pues fíjate Cándida, aquí, aunque no lo parezca tenemos de todo, hasta internet y cursos de todo lo que te puedas imaginar en la Casa de la Cultura, para mayores ¿eh?; por cierto ¿tú aprendiste a leer? Bueno.... a mí no me hace falta porque total, para que quiero saber leer y escribir si allí se escribe y se lee en Alemán. Claro, claro, es verdad (Aurora y Jacinta se dan un codazo). Bueno, pues nada Cándida, suerte con lo de la casa y que vaya todo bien. Igualmente, me alegro de veros. Por cierto Cándida, pásate antes de irte por mi casa que te voy a dar un regalito para tu marido. Muy bien Jacinta, adiós. A ver Jacinta ¿qué le vas a dar a Cándida? Pues que va a ser mujer, una caja de pepinos, eso sí, cerrada para que no sepa lo que lleva y en letras mayúsculas le voy a poner: Toma pepino español, desde los años 50, el mejor.

miércoles, 27 de julio de 2011

Yo de la orilla no paso.

Aurora ¿tú no estabas de vacaciones? Sí, pero ya las he terminado porque, o termino yo con las vacaciones o las vacaciones terminan conmigo. ¿Y eso? Mira Jacinta, que yo no estoy ya para tanto trote y tanta aventura y tanta tontería; que no quiero ver un chiringuito ni en pintura, ni el mar, ni los barcos y la próxima caña de pescar que vea la parto en trozos y con el sedal hago un ovillo. Uy, uy, a tí te ha pasado algo, ¿te has enfadado con tu yerno? Anda ya mujer, por supuesto que me he enfadado, todas las mañanas y todas las tardes, pero eso es un clásico y de tanto hacerlo ya no nos afecta a ninguno de los dos; es más, creo que me estará echando de menos porque ahora no puede discutir conmigo. A lo mejor la que te echa de menos es tu hija porque lo mismo ahora discute con ella. Qué va, eso es imposible, mi hija le da la razón como a los locos y hace lo que le da la gana, tal como le enseñé, y no hay discusión ninguna entre ellos. Y digo yo, si tú le enseñaste ¿por qué no lo haces igual?. Porque yo no tengo que vivir con él, sólo lo aguanto por temporadas y hasta me resulta divertido discutir con él, y te digo yo que a él también le gusta, si no no me invitaría en vacaciones ¿no? Bueno Aurora, dime, qué te ha pasado con el chiringuito. Mira, hace dos días nos dijo mi yerno que había alquilado un yate para darnos un paseo por la tarde, después de comer; pues bien, nos vamos al chiringuito, nos pedimos unos espetos y me clavo una espina que todavía me anda molestando; además me pedí una tapita de ensaladilla que me sentó como una patada en la barriga; total que, terminados de comer nos vamos para el yate, ni te cuento la que liamos; mi yerno que dice que él sabe llevar yates, que eso está chupado, ya ves, que eso lo único que ha conducido en el agua es una colchoneta que tiene en la alberca de su campo. Qué valor Aurora. ¿Valor? valor el del tío que le dejó el yate, que se creyó todo lo que le contó de sus aventuras marítimas. Bueno, sigue, ¿qué pasó? Pues mira, pone en marcha el motor y le da a una palanca con todas sus fuerzas, con las dos manos para ser más exacta, y aquello salió como un toro cabreado, nos pegamos un culetazo que tenías que verme los cachetes, moraítos que los tengo. Ay madre, para mataros. Ni te cuento Jacinta, cuando por fin consigue controlar la velocidad, yo ya veía la costa africana; total que le da la vuelta a la barca y enfila para la playa, pero no sabíamos dónde estábamos ni para dónde había que ir; yo sujetando a mi hija que del ataque de nervios que tenía quería pegarle al marido; mis nietos de ver el panorama se liaron a llorar, yo rezando todo lo que me sabía y ese hombre... ese hombre  no hacía más que decir, ¡tranquilos que no pasa nada!. Pues menos mal que por lo menos él no estaba nervioso ¿no? Que te crees tú eso, cuando nos bajaron del barco llevaba toda la culera marrón, ese iba cagado. ¿Qué dices, que os bajaron? Pero tú ni te imaginas; a eso de las ocho de la tarde llegó la guardia marina a salvarnos. O sea que tuvo que pedir ayuda ¿no?. Que va, si él sigue pensando que lo hizo todo bien, que el fallo era del yate. ¿Entonces? Mujer, el dueño del yate dió el aviso, bueno, más concretamente lo que hizo fué denunciarnos por robo, suerte que tuvimos, que si no... ahí estábamos los cinco con la boca blanca de sed, y una insolación en lo alto que nos han tenido que atender en el ambulatorio y todo. Bueno, bueno Aurora, menuda aventura. Si tanta, tanta, que ya me he agotado para el resto del verano, y cogí mi maleta y para mi casa que es donde tengo que estar. ¿Y tu hija? Allí se han quedado los cuatro, que no sé cómo le quedan ganas. Oye Aurora, ¿seguro que tu yerno te echa de menos? a ver si esto lo ha montado para perderte de vista. Pues mira, no sé, pero de momento lo que ha perdido de vista es el horizonte porque le metí un puñetazo en el ojo en cuanto me bajé del barco que lo he dejado medio tuerto, por si acaso.

jueves, 21 de julio de 2011

Capullo de seda

Oye Aurora, fíjate que casualidad que hablábamos el otro día de los trajes de Camps, y el episodio tan surrealista de ayer, con esa dimisión tan "divertida" y esos sospechosos y estruendosos silencios de quien hace tiempo debía haber dicho algo y todavía no ha dicho ni mú. Vaya Jacinta, qué razón tienes, qué cosa más rara, rara, rara; a todo esto, me gustaría saber de qué serán los trajes, supuestamente regalados, porque vaya, a mí no me sobornan con una batita de marca ¿eh? a mí por lo menos me tienen que regalar un traje de lentejuelas de Carmen Sevilla o de Sara Montiel o una cosa así. Pero Aurora, ¿qué tienes tú que ofrecer?. Yo nada pero mira, en algo me parezco a Camps. ¿Sí? Sí, en que aunque la mona se vista de seda mona se queda. Escucha Aurora...... No, nada de eso, yo no escucho nada de nada, si quieres te oigo, pero no te escucho. ¿Qué dices Aurora? Que no te escucho, que me vayas a meter en algún lío que estoy muy mayor, con lo que hay por ahí con lo de las escuchas ilegales o como se diga eso. Qué jarta estoy Aurora, pues óyeme entonces, que digo yo que a lo mejor los trajes eran de Fallera mayor. Ah, claro, así ya me cuadra más el asunto.

domingo, 17 de julio de 2011

El que espera, desespera.

Qué mosqueo traigo Aurora. ¿Y eso? Esta mañana he oído en la radio algo sobre los trajes de Camps, no me he enterado muy bien, pero vuelta a empezar. ¿Qué dices Jacinta, yo no sé qué trajes son esos? Mujer no recuerdas la que se lío hace un tiempo con un político de Valencia que decían que un tal bigotes..... Ah, vale, ya me acuerdo, ¿ y qué dices que pasa ahora? Pues no lo sé porque estaba para arriba y para abajo haciendo un poco de limpieza y no he podido oír la noticia, sólo he escuchado trajes y Camps. Entonces por qué te has enfadado. Porque no entiendo que ese hombre siga en política. Será que a lo mejor no se ha podido demostrar nada, tú ya sabes como es la política, tremendo bla, bla, bla, sin fundamento, sólo condimento. Tienes razón, pero sólo la duda ya sería suficiente. ¿De verdad piensas eso? No lo sé, no lo tengo claro. Piensa que quizás no sea cierto lo de los trajes y sólo porque alguien haya soltado el rumor.... o dime, conoces algún político del que no se haya dicho nada. Alguno hay. Sí, pero piensa, qué es mejor dar tiempo al tiempo o dejar las cosas en manos de Intereconomía y Wyoming. Me has convencido Aurora, moriré esperando.

martes, 12 de julio de 2011

Playa llena de dunas

Vaya enfado que cogió ayer mi nieta, Aurora. ¿Y eso, los exámenes? No, que va, eso no le preocupa a ella en pleno mes de julio. ¿Entonces? Los bikinis, mujer, que se me ocurrió acompañarla a comprar bikinis y ni te imaginas lo que le costó encontrar uno que tuviera la misma talla de arriba que de abajo, todos estaban desmancados y la señorita de la tienda empeñada en que no le vendía ninguno así, que buscara bien en el montón. Ni te imaginas lo que tardamos en encontrar el que la niña quería. Pues no lo entiendo Jacinta, toda la vida se ha tenido una talla, con excepciones, claro, pero como normal general, por eso existen ¿no? Eso ya ha cambiado un montón y ¿sabes por qué?. No. Por las tetas de silicona. Ah, claro, ahora te encuentras con mujeres que tienen más talla de tetas de la que les corresponde. Eso mismo, y digo yo, ¡qué hagan topless, y dejen en paz las tallas de los bikinis!. Y otra cosa Jacinta, que no habrá bañador que les venga bien y eso si que no tiene apaño. Ni los triquinis Aurora.

sábado, 9 de julio de 2011

A la porra los compromisos

Jacinta, ¿has visto a mi nieta Cándida, lo grande y guapa que está? Vaya Aurora, me he quedado impresionada, y sobre todo porque la última vez que la ví era una niña y ya es toda una mujer. Ay Jacinta, que pareces Julio Iglesias, es que la gente joven crece por minutos. Oye Aurora, ¿y está casada ya? Vaya Jacinta, no te pega nada esa pregunta de vieja de pueblo, con lo moderna que tú eres. Total Aurora, que no está casada ¿no? porque mi pregunta será típica, pero la respuesta, no te digo ná. Pues no, no está casada porque eso ya no se lleva. ¿Cómo que no?, si me dijo el cura el otro día que tiene lleno el calendario de bodas hasta el mes de marzo del próximo año, y eso que en este pueblo somos cuatro gatos. Bueno, a ver, eso es aquí en los pueblos, que somos más tradicionales y que si no te casas, primero, cabreas a la familia, y segundo, te quedas sin los dineros que se recaudan; porque no sé si te has dado cuenta, pero al final las bodas parecen actos benéficos; la mitad de la gente no se quiere casar, la mitad de los invitados no quiere ir a las bodas pero, todos saben que si tú no vas a mi boda yo no voy a la tuya y te quedas sin mi regalo, y así es la cosa. Pues mira Aurora, ¿sabes lo que te digo? que ya no voy más a ninguna boda, comunión o bautizo. ¿Y eso? Pues está claro, siendo así la cosa, como tú dices, ¿qué negocio hago yo, si nunca voy a amortizar todo el dinero que pongo? ni me voy a casar, ni voy a hacer la comunión ni me voy a bautizar. Mujer, también son actos sociales, por tus hijos, por tus nietos. Anda ya Aurora, que cada palo aguante su vela, ¡qué jarta estoy!.

sábado, 2 de julio de 2011

Con la de días que tiene un año...

Por fin se nos casa el príncipe de Mónaco, Jacinta. Ya era hora, Aurora, que éste tiene ya el arroz más que pasado ¿eh?. Pues sí, y tanto esperar y esperar, que ha despertado un montón de sospechas de homosexualidad. Y es que no tenemos apaño Aurora; si alguien tiene más de cuarenta años y no tiene pareja del sexo contrario, está claro, homosexual. Eso es así de toda la vida, Jacinta, acuérdate del Manuel Cadenas. Pero Aurora, ése es que lo era. ¿Y tú como lo sabes? Porque lo decía todo el mundo. ¿Y qué, mucho decir las cosas las convierte en realidad? No, mujer, pero, digo yo, que lo dirían por algo. Anda ya Jacinta, que nos gusta mucho inventar, como si las cosas fuesen así de simples, cuando la realidad es tan distinta y variada que es imposible reducirla a las cuatro formulitas matemáticas con las que pretendemos sintetizar las cosas. Y lo mejor de todo es que da igual que al príncipe Alberto le salgan veinte hijos por ahí, seguimos diciéndole "maricón" y pensando que, seguramente, lo de tener hijos con mujeres forma parte de un plan perfectamente tramado por la corte monaguesca para acallar los rumores. Perdona Aurora ¿monaguesca o monegasca?. De Mónaco, puñetas; como te iba diciendo, la boda, montaje total. Esa muchacha se casa porque la han convencido de que esto es bueno para ella, o a lo mejor ella también necesita la tapadera de la boda, o a lo mejor le mueve el ansia de ser princesa. Vale cualquier cosa excepto que se casan porque les da la gana y porque se quieren, o quieren compartir su vida (que no es poco). Da la impresión de que los matrimonios se sienten tan desgraciados, que no es posible que nadie que se case por amor, y mucho menos con alegría. ¿Amor? eso no existe para los príncipes ni las princesas. Mira Aurora, últimamente coges carril y no hay quien te pare, qué barbaridad; pero mira, te voy a decir una cosa, da la casualidad que la boda de Mónaco se celebra los mismos días que el orgullo gay, ¿qué te parece?. Mujer, eso es pura coincidencia. Pues menuda coincidencia; a ver si es una provocación del príncipe, que en el fondo es un cachondo y se quiere reír de todos. Total, Jacinta, que al final 2 + 2 son cuatro, ¿no? De toda la vida Aurora.

Sólo quiero dormir la siesta.

Aurora necesito unas vacaciones. Venga ya Jacinta si nosotras estamos de vacaciones permanentemente. ¿Ah sí? yo creo que no tienes ni idea de lo que son vacaciones Aurora. ¿Cómo que no? relajación y disfrute del tiempo libre saliendo de la rutina diaria y de los quebraderos de cabeza del trabajo ¿o no? Anda ya Aurora, eso era antes, ahora la cosa es mucho más complicada, te explico. Tienes que seleccionar un destino, mientras más rocambolesco mejor; si tienes apartamento en la playa te libras de eso, porque es obligatorio cambiar de ubicación. Ahora tienes que mirar una guía de actividades y apuntarte a cosas que llamen la atención, por ejemplo, montar en globo, submarinismo en un charco, trekin, trokin, trukan, algo que acabe en surf, y, lo más importante, ponerte morena de la muerte aunque sea a base de rayos uva; cócteles, sandalias y collares de bolas gordas; deberás ver de cerca a un famoso, porque eso querrá decir que tu destino de vacaciones tiene glamour. Y muchas más cosas podría contarte pero no lo voy a hacer. Uy, uy, uy, la gente está fatal ¿eh? Y que lo digas, ¿sabes cuál es la consecuencia de esto? Que se te queda la cuenta a cero. Bueno, eso también, pero ya se pasan el año comiendo mierda con patatas para poder cumplir con esta obligación vacacional, como si de un impuesto estatal se tratara; pero, no, lo peor de todo es, el estrés postvacacional. Anda mi madre, ¿eso qué es? Un nuevo invento y el resultado de destrozarse en vacaciones en lugar de descansar, que es para lo que se hicieron las vacaciones; imagínate qué chorrada, ahora en lugar de volver al trabajo con más ganas, ni te incorporas, directamente te das de baja por el estrés, que ya es algo estandarizado y catalogado médicamente, seguro que tiene hasta tratamiento. ¿Estamos locos? Parece ser que no, Aurora, que sabemos lo que queremos.

Acelera

Qué contenta estoy Jacinta de que hayan vuelto a poner el límite de velocidad en su sitio. Pues más contento estará el dueño de la fábrica de pegatinas al que le hayan encargado lo de las señales. ¿Qué dices Jacinta, eso qué tiene que ver? Pues mucho Aurora, imagínate una empresa de pegatinas de cualquier pringado, que le hagan, no uno, sino dos encargos de pegatinas para cambiar las señales de tráfico de todo el país; una locura, vaya. Bueno Jacinta todas las señales no, sólo las de 120 primero, y luego las de 110. Que sí Aurora, lo que tú digas, pero que es un pelotazo en toda regla. ¿Y quién ha sido el afortunado? No tengo ni idea. A ver si estás pensando mal y resulta que las pegatinas las han hecho una cooperativa de empresas o algo así, o una empresa pública. Sí, a lo mejor, o a lo mejor se han pagado con lo que dicen que hemos ahorrado en combustible, porque lo raro es que nadie ha protestado por eso. Pero claro, Jacinta, cómo van a protestar por las pegatinas con la cola que ha traído lo de la reducción de velocidad, primero, y la vuelta a la normalidad después; además que llevamos varios años que los palos que nos están dando vienen siempre reliados con otros asuntos para distraer y, cuando no hay nada, partido de fútbol y santas pascuas. Visto así me pongo a pensar... ¿qué habrá detrás del retorno al 120? porque últimamente no hay alegría sin pena. Pues es verdad, anda Jacinta, acelera ahora que puedes, a ver si le perdemos la pista a lo que traiga de regalo envenenado la buena noticia.