Jacinta y las bolsas a 2 céntimos

Aurora, que voy al super, ¿quieres que te traiga algo?. Ay, pues sí, mira te voy a dar la lista que tengo aquí preparada. Pues me haces un favor muy grande, porque estoy esperando al fontanero a ver si me mira lo del termo, que estoy viendo que voy a tener que poner uno nuevo, ya verás. Pues no te extrañe Aurora, las cosas ya no son como antes. Hace cinco años cambié yo mi frigorífico, que era el de cuando me casé, fíjate, y el nuevo ya lo he tenido que arreglar un par de veces. Bueno, a ver esa lista. Ah sí, toma, son cuatro cosillas que me faltan. Muy bien y.... una cosilla, ¿me das bolsas o las compro? Ay, las bolsas, pues no me queda ninguna, las he gastado todas, pero mira, como en la lista te he puesto un paquete de bolsas de basura, lo abres y coges una para la compra. Sí hombre, para que me pille la policía y me ponga una multa por sacar la basura por la mañana. Osú osú, cómo está la cosa. Pues bueno, compra una, qué le vamos a hacer.
Aurora, ya estoy aquí. Repasa la compra a ver si falta algo y toma la vuelta. Por cierto la bolsa no me ha costado nada, y hasta te he ahorrado un céntimo. ¿Y eso? Pues mira, estando en la caja, pago tu cuenta, sin pedir bolsas, que era 4,49, le doy a la cajera 4,50 y va y se hace la loca. Y claro, a los dos segundos de estar esperando, encima ella mirándome como diciendo qué pasa, voy y le digo, me falta la vuelta y me dice la niñata, pero si es un céntimo, y le dije, vale, pues dame una bolsa y te lo debo yo a tí. Toma ya Jacinta, qué reflejos tienes.

Jacinta y el 23F

Aurora, hoy es 23F. Sí, y mañana 24. ¿qué quieres decirme, es tu santo, tu cumpleaños? no Aurora, es el día del golpe de Estado. Ay, calla, calla que cada vez que me acuerdo se me ponen los pelos como escarpias. Menudo susto nos metió el tío ese del bigote. Tejero. Eso, el Tejero ese, dando tiros por ahí como si esto fuera el oeste americano. Y que lo digas Aurora. Ayer estuvieron poniendo imágenes en la tele, y mira que ha pasado tiempo, pero aún me siguen sobrecogiendo. Si mi difunto marido estuviera vivo ese día, ese mismo día se habría muerto del susto, porque a él nunca le ha gustado la guardia civil, bueno ni los policías ni los militares. Todo lo que tuviera uniforme... yo no sé lo que le entraba. Pero nunca supe porqué, no hubo manera de sacarle palabra sobre el tema. Pues mira Jacinta, a mí siempre me ha pasado lo contrario, a mí siempre me ha dado tranquilidad ver a la guardia civil en los sitios, me sentía como más segura, no sé. Ahora más todavía, porque mi nieto es guardia civil, pero claro, a él no le pilló esa historia. Mira Aurora, yo me acuerdo que estaba planchando con la radio puesta, y mis niños en la calle jugando, y de pronto, zas, "interrumpimos la emisión para informarles...." lo que me entró por el cuerpo Aurora, las piernas me temblaban y no llegaba a la puerta de la casa. Le metí un bocinazo a los niños que los pobres míos se pensaron que me había puesto mala. Y mala estaba, de verdad. Los metí para adentro y les dije, de aquí no se mueve nadie hasta que yo diga. Pero ¿por qué? preguntaba mi chico, y yo les decía, porque está pasando una cosa muy grave en España y es muy peligroso salir, que os pueden hasta dar un tiro. Imagínate como estaba yo para decirles a los chiquillos esas cosas. Tenías que haberles visto las caras. Ahora, te digo, se quedaron más asustados que los diputados. No se tiraron al suelo porque yo no tenía pistola, que si no... Oye, Jacinta, ese no fué el mismo día que tu hijo el mayor rompió el cristal de la Iglesia con un balón. Exactamente, pero yo de eso me enteré después. Ya... yo lo digo porque a lo mejor el susto lo tenían pensando que tú te habías enterado. Pues a lo mejor Aurora, a lo mejor. Bueno, a lo que iba, que cuando más susto me entró fue cuando salió el Rey en la tele. Yo pensé, ya está, en cuanto el Tejero le vea la cara de no haber roto un plato en su vida se va a pensar, esto es pan comido. Menos mal que estaba allí Gutiérrez Mellado, que aunque parecía poquilla cosa, era un teniente general y ni entre cuatro consiguieron que doblara las rodillas, ahí ya la pelea estaba más igualada. Entonces Tejero pensó, ya se está poniendo feo el asunto. Jacinta, y qué me dices de Adolfo Suárez. Bueno, bueno, qué quieres que te diga, que no habrá otro como él. Allí, sentado, sin moverse, con dos....y eso que estaba en decadencia política. Vamos que si se llega a meter debajo del sillón, estamos perdidos, creo yo. Al final dicen que fue el rey el que nos sacó del entuerto. No sé Jacinta, yo creo que, más bien, su discurso fue la excusa perfecta para salir corriendo, que encontraron todos los que no estaban convencidos del golpe y estaban más asustados que nosotras. Sea lo que sea, aquello acabó y queda para la historia. Sí, como lo del balonazo de tu hijo.

La administración de Aurora

Aurora, menudo revuelo tienen en Andalucía con la reforma del sector público. ¿el sector público? no sé dónde está eso. Pero mujer, que eso no es un sitio, me refiero al personal que trabaja en la Administración Pública. Pues  te digo lo mismo, que no sé dónde está esa Administración. Aurora, la Administración está en todas partes, donde menos te puedas imaginar. Te topas con ella casi todos los días. ¿Ah sí? Si. Por ejemplo, cuando vas al ambulatorio, eso es Administración Pública. La pensión te la paga la Administración. Cuando tú pagas la contribución, o la basura, pagas a la Administración, ¿eso no se paga al Ayuntamiento?. Sí, el Ayuntamiento es administración. Tú nieto, el que trabaja en Hacienda, trabaja en la Administración. O sea Jacinta, a ver si me entero, la Administración es la que a primero de mes me paga y el resto del mes me cobra. Bueno, vale Aurora, eso mismo. Pero que yo lo que te quería contar era otra cosa, aunque... pensándolo bien, vamos a dejarlo que me parece que a tí no te va a interesar el tema. Pues, no sé Jacinta, de momento estoy dándole vueltas a esto de la Administración. Hasta donde yo sabía la Administración eran las virguerías que hacían mi padre y mi madre para sacar adelante a mi familia. Aurora, ¿sabes lo que te digo? que lo pillas todo al vuelo y que pá virguerías las que hace la Administración que, como tú bien dices, te paga te cobra te da y te quita, de pronto existe, de pronto desaparece. ¿y eso? eso te lo explico otro día.

Jacinta, la dependencia y el dopaje

¡Jacinta!, Ya voy. Oye ¿me acompañas a los servicios sociales que tengo cita con la asistenta? Espera que aparto la olla y voy. Pero, dime, ¿a qué vas allí?. Pues mujer, a solicitar las ayudas por la ley de la dependencia, ¿no has oído hablar de eso? Sí, pero... a ver..., si tú estás estupendamente Aurora, ¿qué ayuda te van a dar? Mira Jacinta, ¿qué yo estoy estupendamente? yo lo que estoy es fatal, yo tengo una dependencia pero de las grandes. Pero Aurora, por favor, si tú te mueves estupendamente, te apañas sola para todo, te tomas nada más que la pastilla para la tensión, cuando yo me tomo cuatro pastillas al día. ¿pero qué dices Jacinta? ¿eso qué tiene que ver? te digo que yo soy una dependiente de grado superior. Pues explícamelo porque no lo entiendo. Pues mira, dependo de una miserable pensión para sobrevivir, lo mío es puro milagro. Y lo peor de todo es que mi pensión está dopada. Pero Aurora, ¿tú que has estado viendo el programa de saber vivir o algo de eso? Te lo digo de verdad, está totalmente dopada. ¿tú has visto lo de los deportistas que se dopan para correr más? pues eso mismo le pasa a mi pensión, en cuanto me la ingresan en el banco, no es que corra, es que vuela.

Jacinta y San Valentín

Aurora ¿sabes qué día fue ayer?. Claro, San Valentín, el día de los enamorados. No, bueno sí, pero me refiero al día mundial. Mira Jacinta, tú desde que escuchas la radio preguntas unas cosas rarísimas. ¿Qué es eso del día mundial? Vamos a ver Aurora, pero ¿tú no has oído hablar de los días mundiales y los días internacionales?, Pues ayer era el día mundial de la salud sexual. Ay, mi madre, ¿eso qué es lo qué es? Pues mira, eso será como la fiesta de la tomatina, quiero decirte, que seguro que había excedente de producción en los sexshops y se inventaron esto para darle salida a los productos. Osú Jacinta qué moderna eres, ¿qué sabes tú de eso? Pues nada más que lo que se habla en la panadería. Pero agárrate, que hay días mundiales que te tronchas, el día 30 es el día internacional de la lengua materna. Ja,ja,ja,ja ¿te hace gracia? pues atenta a la siguiente retahíla que traigo aquí apuntada: el 23 de marzo el día meteorológico mundial, el 11 de julio el día mundial de la población, el mes de octubre está plagado de disparates, del 4 al 10 de octubre la semana mundial del espacio, el 9 de octubre el día mundial del correo, el día 31 día universal del ahorro, el día 21 de noviembre doblete, es el día mundial de la televisión y el día mundial de la filosofía. Y así hay días internacionales y mundiales casi para todo lo que puedas imaginar. ¿qué te parece Aurora? Pues mira Jacinta, que a mí eso no me molesta porque no tengo conocidos con esos nombres y por tanto no tengo que felicitar a nadie ni hacer regalos. Pero, digo yo, ¿por qué no hacen el día mundial de los días mundiales e internacionales y acabamos antes? Ay Aurora, qué poca vista, si se trata de recordar y hacer pensar. Ah, vale, pues entonces vamos a hacer un escrito para que pongan el día mundial de Jacinta y Aurora, que no nos olviden ¿dónde hay que presentarlo? a San Pancracio Aurora. Y ¿esto te tiene premio, o algo? El premio gordo Aurora.

Jacinta ¿derecha o izquierda?

Jacinta, ¿tú siempre has sido rojilla, no? ¿Por qué dices eso?. No, por nada, si a mí me da igual, pero en el pueblo es la idea que se tiene. Pues mira Aurora, yo no he sido nunca de nada, ni rojilla ni amarilla ni ná de ná. Habrán sido mi padre y mi marido, pero a mí nunca me ha preguntado nadie ni yo he dicho nada. Vale, pero ¿eres o no? Pero no te digo, que yo no soy de ningún partido. Bueno, pero alguno habrá que te guste. Sí, claro que sí, la UCD. Pero mujer, si eso pasó a la historia. Y lo otro también Aurora. ¿Lo otro qué es? pues lo de la derecha y lo de la izquierda, o es que no ves que son todos iguales. Cuando pongas la tele cierra los ojos y a ver si sabes quién está hablando. Si no conoces la voz, seguro que no sabes de qué lado está. Y entonces ¿tú que votas? pues al que me parece más guapo o más simpático. Qué dices Jacinta, eso no es verdad. ¿qué no? pues claro que sí, total para que me den por ahí, que más me da. No ves que salga quien salga no van a cambiar las cosas. Tú y yo vamos a seguir teniendo una porquería de pensión, las medicinas gratis por ahora, las casitas ya las tenemos pagadas, la luz, el agua y todo lo demás va a seguir subiendo el triple que nuestra pensión..., en fin, ¿te sigo contando? Ya te entiendo Jacinta, que para lo que me queda en el convento me cago dentro. Pues eso.

Jacinta y Egipto

Aurora, ¿has visto la que hay liada en Egipto? da susto ver las imágenes, toda esa gente en las calles, día y noche. Y lo peor es que el presidente, que no me sale el nombre, no hay manera de que se vaya. Pues no va y dice que le va a subir el sueldo a los funcionarios, ¿pero ese que se cree que está en España? esos no son como nosotros. Claro Jacinta, pero tampoco llevamos nosotros 30 años aguantando a un canalla. Bueno es verdad, pero te recuerdo que aquí también tuvimos un canalla un montón de años. Sí, es verdad, pero ahora son otros tiempos. Antes lo del dinero nos daba igual, porque nadie tenía, eramos todos unos pringados. Luchábamos por otras cosas, la libertad, que eso no tenía precio, ni nosotras sabíamos lo que era. Pero, fíjate, lo que ha llovido desde entonces. Y que lo digas Aurora, nada se parece a aquellos tiempos, unas cosas para bien y otras para mal, también te lo digo. Vaya, pero mira, lo que te quiero decir es que en Egipto ahora es como aquí antes. Allí quieren libertad, no dinero, y por eso van a seguir luchando, porque ya se han metido en un fregado que no tiene vuelta atrás. A ver si tienen suerte y les sale bien porque eso tiene mucho peligro. ¿Por qué lo dices Aurora? porque cuando está la cosa tan revuelta, siempre sale algún radical aprovechando la situación. ¿lo dices por los americanos? pues no, pero la verdad es que esos siempre están detrás de todas estas cosas. Es algo que no comprendo, ni nadie me sabe explicar. ¿será verdad que son los dueños del mundo? No lo sé pero mis nietos se hinchan de hamburguesas y porquerías de esas, y eso viene de América. Pues Jacinta, ¿sabes lo que te digo? que como eso sea así, ya mismo echan abajo las pirámides.

Jacinta y el bikilís

¡Aurora!. Ya voy. Hija que estaba buscando las llaves que no las encontraba por ningún lado. Las cogí esta mañana cuando salí a comprar y como llegué tan cargada las solté donde pude y no había manera de encontrarlas. Pues mira, yo para que no me pase eso, tengo una cajita en el aparador y allí las suelto siempre porque no me fío de mi cabeza ¿sabes? que tengo últimamente unos despistes. Hablando de despistes Jacinta, anda que no nos reímos ayer tarde en la plaza con el tema del bikilís ese. El discurso que nos soltó José el de los martillos, como no es cerrado de mollera ni nada, que si eso era espionaje, que eso no podía consentirse porque ponía en riesgo a los gobiernos de todo el mundo y eso nos iba a traer una guerra; que dónde se había visto cosa igual, que adónde vamos a llegar... y cuando más eufórico estaba, va la Rosi y dice: pero vamos a ver, qué tienen que ver los bikinis con la guerra. Osú, osú, la Rosi, la sacas del Sálvame y no sabe nada de nada. Bueno Aurora que yo tampoco sabía lo que era eso. No te rías pero yo creía que era algún medicamento y que el José, como es tan exagerado para todo.... Ahora, que ya me he enterado bien bien porque en cuanto llegué a mi casa llamé a mi Juan, que tú sabes lo estudiado que está y ya me ha explicado el asunto. Por lo visto eso es una "wer" del ordenador en la que aparecen noticias secretas de los países. Según mi hijo eso no es malo, todo lo contrario, es bueno porque así nos enteramos de los tejemanejes de los gobernantes y los entresijos de los poderes, y por esa "wer" es posible que muchos políticos corruptos, tengan que dimitir o, por lo menos, se lo piensen antes de hacer algún chanchullo. Y que por eso están persiguiendo al muchacho del bikilís y dicen que ha abusado de unas mujeres en un país; pero que eso no es verdad, que eso es un montaje para quitarlo de en medio. ¿tú qué dices? Puer mira Jacinta, yo he visto al muchacho en la tele y para mí que es de la acera de enfrente.

Jacinta

Les presento a Jacinta, una señora de 70 años, viuda, madre de tres hijos y que vive en El Tembleque, pegadita al Sacromonte. LLeva una vida tranquila, casi sin salir de su pequeño pueblo. Por las mañanas hace las tareas de su casa, va una hora al centro de adultos para hacer un poco de gimnasia suavita, hace alguna que otra  compra, (momento que aprovecha para enterarse de las novedades de sus vecinos), prepara su almuerzo y después de comer se echa una siestecita mientras de fondo suena una telenovela latina (que son las que más le gustan porque le parecen más reales, no como las modernas, que según dice ella, se traen mucho churneo de todos liados con todos que al final no se sabe ni de quién son los niños). Cuando se espabila, se toma un cafelito sin cafeína (este invento si que le gusta) y se va con su vecina de toda la vida, la Aurora, dos años mayor que ella pero con menos achaques, a la plaza del ayuntamiento a tomar el solecito o lo que haya (menos la lluvia). Allí se reúnen los mayores del pueblo en lo que ellos mismos han denominado La Moncloa, y  debaten durante dos y tres horas lo que se tercie y arreglan los problemas del mundo. Jacinta y Aurora intervienen poco o nada, más bien escuchan a los hombres, que van de que lo saben todo, aunque la mayoría no hacen más que repetir como papagayos lo que oyen en la radio (unos de la cadena ser y otros de onda cero, lo que sin duda provoca tremendas discusiones de los voceros de uno y otro bando). Ellas, como buenas mujeres de su tiempo, asienten o miran para la sierra, según lo que se diga y cuando se cansan de oír tonterías se dan un codazo y cogen el caminito para su casa. En ese trayecto sacan sus conclusiones y deciden qué es bueno, qué es malo y qué habría que cambiar. Ya en la puerta de su casa, aún se paran a comentar los cotilleos de la calle, que aunque el pueblo es pequeño, tiene de todo y pasan unas cosas....
El otro día, sin ir más lejos, se enteraron que el Paco, el marido de la Loli la de la pescadería, se había liado con una muchacha del pueblo vecino, que es madre soltera. Por lo visto, el niño de la Paqui y del Ramón, que tiene una novia en ese pueblo, pilló al Paco de paseo con la muchacha y con la hija de ésta y, según cuenta, allí lo sabe todo el mundo y él entra y sale de la casa dos y tres veces al día. Como el pueblo está a veinte minutos va y viene cada dos por tres y, lo que pasa siempre, que la cornuda es la última que se entera.
La Aurora opina que la culpa de eso la tiene la Loli, porque siempre está trabajando y no le echa cuentas al marido. Hasta los domingos está metida en la pescadería y el Paco mientras, lavado y maqueado, dando cochazos todo el día de un lado para otro, que para lo único que entra en la pescadería es para asaltar el cajón del dinero. ¿Y qué pasará ahora? pregunta Jacinta, ¿tú crees que se van a separar?. Pues mira Jacinta, yo creo que no, que la Loli no tiene tiempo ni para eso. Bueno, ya veremos. En fin, buenas noches. Lo mismo te digo, a ver si hoy pego ojo con esta pierna que me tiene frita. Ah, por cierto, ¿mañana tienes que ir al ambulatorio? Que va Aurora, mañana tengo que quedarme con mis nietos que mi Mari tiene que ir con el marido a averiguar no se qué del banco. Tú sabes, los líos del terrreno ese que heredó mi yerno que le va a costar más que si se hubiera comprado un chalet en la sierra. Hay que ver Jacinta, esta juventud la poca cabeza que tiene, pues tú ten cuidadito a ver si vas a pillar repaso. ¿Yo?, anda ya mujer, yo no firmo ni un papel. Lo que me faltaba, con la miseria de pensión que tengo y lo que he tenido yo que fregar para sacarlos adelante a los tres, viuda desde los 29 años, con todos chiquitillos y sin un duro que me quedé. Y que te digo una cosa, que yo lo único que tengo es esta casa que me ha costado sangre, sudor y lágrimas y que será para ellos, pero cuando yo me muera. Ahora que cada uno se las apañe como pueda como hice yo. Vamos hombre. Bueno, lo dicho, hasta mañana.

Alerta máxima

Como ya habrán notado, ¡estamos de campaña!; y no me refiero a la de la aceituna, el ajo o la del champiñón. Me refiero a la campaña política. Sí, ya se que eso es permanente, pero conforme se van acercando las elecciones, se intensifican las apariciones públicas, con bombo y platillo, hasta de personajes que no hemos visto desde las últimas votaciones. Así que conviene tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
- tengan preparadas sus listas de pedidos: es el momento de las quejas y solicitudes de toda clase y especie, que se recibirán con sumo agrado y con promesas tipo "lo tendremos en cuenta", "eso lo arreglo yo en cuanto gobierne", etc...
- dejen tiempo para asistir a inauguraciones: tengan en cuenta también, para su tranquilidad, que lo que ahora se estrena, es posible que se inaugure tres o cuatro veces más en los próximos años. O nunca más, porque sólo se pone la primera piedra y ya está, ahí queda eso.
- y la más importante: pongan a buen recaudo su bien más preciado. Me explico. Hoy me ha dicho una amiga que mañana va a su centro de trabajo una politica y claro, he tenido que advertirla diciéndole, decretad alerta máxima y esconded los votos que eso es lo que van buscando.
Dicho esto, compren palomitas y siéntense a disfrutar del espectáculo que acaba de comenzar. Es el mismo de siempre pero, en esta ocasión, se le ha dado un especial dramatismo. Saldrán junto a los actores y actrices de siempre, algunas nuevas promesas del circo, y el despliegue de medios económicos y de efectos especiales es totalmente novedoso (imágenes impactantes). Escondan bien sus carteras, junto con sus votos. Que sea lo que tenga que ser. Jarta estoy.