Este espacio ha sido creado para desahogo de dos mentes críticas con los despropósitos que a diario tienen que soportar. Con nuestro humor ácido vamos a desintegrar aquello que nos molesta.

martes, 22 de febrero de 2011

Jacinta y el 23F

Aurora, hoy es 23F. Sí, y mañana 24. ¿qué quieres decirme, es tu santo, tu cumpleaños? no Aurora, es el día del golpe de Estado. Ay, calla, calla que cada vez que me acuerdo se me ponen los pelos como escarpias. Menudo susto nos metió el tío ese del bigote. Tejero. Eso, el Tejero ese, dando tiros por ahí como si esto fuera el oeste americano. Y que lo digas Aurora. Ayer estuvieron poniendo imágenes en la tele, y mira que ha pasado tiempo, pero aún me siguen sobrecogiendo. Si mi difunto marido estuviera vivo ese día, ese mismo día se habría muerto del susto, porque a él nunca le ha gustado la guardia civil, bueno ni los policías ni los militares. Todo lo que tuviera uniforme... yo no sé lo que le entraba. Pero nunca supe porqué, no hubo manera de sacarle palabra sobre el tema. Pues mira Jacinta, a mí siempre me ha pasado lo contrario, a mí siempre me ha dado tranquilidad ver a la guardia civil en los sitios, me sentía como más segura, no sé. Ahora más todavía, porque mi nieto es guardia civil, pero claro, a él no le pilló esa historia. Mira Aurora, yo me acuerdo que estaba planchando con la radio puesta, y mis niños en la calle jugando, y de pronto, zas, "interrumpimos la emisión para informarles...." lo que me entró por el cuerpo Aurora, las piernas me temblaban y no llegaba a la puerta de la casa. Le metí un bocinazo a los niños que los pobres míos se pensaron que me había puesto mala. Y mala estaba, de verdad. Los metí para adentro y les dije, de aquí no se mueve nadie hasta que yo diga. Pero ¿por qué? preguntaba mi chico, y yo les decía, porque está pasando una cosa muy grave en España y es muy peligroso salir, que os pueden hasta dar un tiro. Imagínate como estaba yo para decirles a los chiquillos esas cosas. Tenías que haberles visto las caras. Ahora, te digo, se quedaron más asustados que los diputados. No se tiraron al suelo porque yo no tenía pistola, que si no... Oye, Jacinta, ese no fué el mismo día que tu hijo el mayor rompió el cristal de la Iglesia con un balón. Exactamente, pero yo de eso me enteré después. Ya... yo lo digo porque a lo mejor el susto lo tenían pensando que tú te habías enterado. Pues a lo mejor Aurora, a lo mejor. Bueno, a lo que iba, que cuando más susto me entró fue cuando salió el Rey en la tele. Yo pensé, ya está, en cuanto el Tejero le vea la cara de no haber roto un plato en su vida se va a pensar, esto es pan comido. Menos mal que estaba allí Gutiérrez Mellado, que aunque parecía poquilla cosa, era un teniente general y ni entre cuatro consiguieron que doblara las rodillas, ahí ya la pelea estaba más igualada. Entonces Tejero pensó, ya se está poniendo feo el asunto. Jacinta, y qué me dices de Adolfo Suárez. Bueno, bueno, qué quieres que te diga, que no habrá otro como él. Allí, sentado, sin moverse, con dos....y eso que estaba en decadencia política. Vamos que si se llega a meter debajo del sillón, estamos perdidos, creo yo. Al final dicen que fue el rey el que nos sacó del entuerto. No sé Jacinta, yo creo que, más bien, su discurso fue la excusa perfecta para salir corriendo, que encontraron todos los que no estaban convencidos del golpe y estaban más asustados que nosotras. Sea lo que sea, aquello acabó y queda para la historia. Sí, como lo del balonazo de tu hijo.

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