Pronto hará dos años de la desaparición y, más que probable, asesinato de Marta del Castillo. A estas alturas aún no se sabe, o a lo mejor sí pero no lo dicen, qué fue lo que verdaderamente ocurrió aquel fatídico, para su familia sobre todo, 24 de enero.
Lo recuerdo hoy porque ayer escuché la canción de Andy y Lucas con la colaboración de la maravillosa voz de Diana Navarro, "Pido la palabra". Ellos sólo piden que el caso no se olvide. Yo iría un poco más allá.
Pido perdón para las familias de los "presuntos" asesinos pero yo no podría, no sabría vivir con la culpa. Y, sinceramente, me pregunto cómo pueden ellos. ¿Como pueden permanecer impasible ante el dolor de esos padres? Ellos que también lo son, o se supone. ¿Qué clase de ser humano es capaz de matar y quedarse "tan pancho"? Nuestra juventud, - no toda, por supuesto, no es bueno generalizar - pero si una destacada mayoría ha perdido el norte y nosotros nos perdimos con ellos.
Lo siento por Amnistía Internacional, pero en este caso la justicia creo que debería ser menos indolente. Yo les sacaría la verdad, aunque fuera a hostias. ¡Qué "jarta" estoy!
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