Hay veces que me harto de reír escuchando cómo determinadas cosas que toda la vida se han hecho de una manera, de repente, están mal hechas y nos causan graves perjuicios. Costumbres tradicionales que ahora son auténticas barbaridades. Remedios caseros que funcionaban de maravilla y ahora son sacrilegios para la vida en el planeta. Vaya, que estamos vivos de milagro. Así nos va con el progreso, que en lugar de ir hacia delante vamos para atrás como los cangrejos. Con tanta innovación nos estamos cargando el planeta y nos estamos volviendo vulnerables a todo. Nunca ví tanta alergia, tanto cáncer, pero eso sí.... lo hacemos todo correctamente.
Lo mejor de todo es pensar que dentros de unos años, lo que ahora estamos corrigiendo volverá a estar mal. Qué jarta estoy.
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