Los Miserables

Ayer recordamos el desastre de Haití. Pasado un año nada se ha solucionado. Viendo las imágenes del caótico país, primero se te hace un nudo en la garganta y segundo te entra un cabreo muy grande porque no llego a comprender porqué siguen las cosas igual. Haití es la imagen de la miseria, pero también es la imagen de Los Miserables. Los Miserables somos el resto del mundo. Un mundo muy organizado, con muchos y variados organismos internacionales creados para atender necesidades como las de Haití pero que, llegada la hora de la verdad, demuestran su inutilidad y la nuestra. Hay que hacer algo. Sin duda, hay que exigir a la Comunidad Internacional que cumpla con sus funciones o que se disuelvan y el dinero que cuesta mantenerlos se dedica a quien verdaderamente lo necesita. Vaya por delante todo mi respeto a las personas voluntarias que están trabajando en el terreno, sin medios, compartiendo el dolor y el sufrimiento de las víctimas, esos sí que sirven. Y ahí lo dejo, pero amenazo con recordar a Haití.